Título: El lector
Título original: The reader
Nacionalidad: USA - Alemania
Año producción: 2008
Durada: 123 min.
Género: Drama
Director: Stephen Daldry
Guión: David Hare
Intérpretes: Kate Winslet, Ralph Fiennes,
Nacionalidad: USA - Alemania
Año producción: 2008
Durada: 123 min.
Género: Drama
Director: Stephen Daldry
Guión: David Hare
Intérpretes: Kate Winslet, Ralph Fiennes,
David Kross, Lena Olin, Bruno Ganz
Después de Billy Elliot i de Las Horas, Stephen Daldry continúa en la misma línea dramática con El Lector. En este caso, la Alemania de postguerra es el escenario y aunque no necesita mostrar imágenes sobre el pasado nazi, navega sobre él mostrándonos otra visión del desastre y de las secuelas de los campos de concentración, induciendo al espectador a una lucha entre sus sentimientos y su moral. Aunque este acabe siendo el trasfondo del film, pasa totalmente desapercibido gracias a una singular historia de amor, que desde el inicio es el centro de atención y que singulariza a El Lector de tantas otras películas sobre este terrible capítulo de nuestra historia, La Lista de Schindler, La vida es bella, Los falsificadores, Valkiria…
Basada en la novela de Bernhard Schlink, “The Reader’”, el film nos habla de la relación entre Michael (David Kross), un joven de 15 años, y Hanna (Kate Winslet), una antigua vigilante de las SS de los campos de concentración de Auschwitz que dobla en edad al joven. Steven Daldry nos muestra la acción de forma alterada, dando saltos en el tiempo, mostrando hechos del pasado y del presente alrededor del joven, que parece no olvidar la intensa relación que mantuvo con Hanna y que le perturbará durante toda su vida.
Gran parte de la película muestra los encuentros sexuales de estos dos amantes (unas escenas muy naturales y sutiles), una bañera antigua, un colchón y un viejo sofá invadirán la pantalla para enseñarnos como Hanna inicia al joven en la vida sexual a cambio de una sola cosa, que él le lea cada vez que hacen el amor, desde “La Odisea” de Homero hasta “Las aventuras de Tintín”; sexo por lectura: un curioso trueque, ¿no?
Basada en la novela de Bernhard Schlink, “The Reader’”, el film nos habla de la relación entre Michael (David Kross), un joven de 15 años, y Hanna (Kate Winslet), una antigua vigilante de las SS de los campos de concentración de Auschwitz que dobla en edad al joven. Steven Daldry nos muestra la acción de forma alterada, dando saltos en el tiempo, mostrando hechos del pasado y del presente alrededor del joven, que parece no olvidar la intensa relación que mantuvo con Hanna y que le perturbará durante toda su vida.
Gran parte de la película muestra los encuentros sexuales de estos dos amantes (unas escenas muy naturales y sutiles), una bañera antigua, un colchón y un viejo sofá invadirán la pantalla para enseñarnos como Hanna inicia al joven en la vida sexual a cambio de una sola cosa, que él le lea cada vez que hacen el amor, desde “La Odisea” de Homero hasta “Las aventuras de Tintín”; sexo por lectura: un curioso trueque, ¿no?
No obstante, Hanna desaparecerá y la pareja volverá a encontrarse en la época universitaria de Michael, en un juicio dónde Hanna es acusada de cientos de crímenes en lo campos de concentración. Esta parte de la película, resulta un poco más lenta, las escenas del juicio y las clases de Derecho de Michael resultan claves para la narración, aunque pesadas para el espectador. El joven estudiante acaba teniendo un fuerte dilema, ¿los sentimientos o la ley? Él tiene la única clave para salvar a Hanna de la cárcel, él conoce la inocencia de esta, pero la cobardía no le deja actuar y ella prefiere declararse culpable antes que desvelar su secreto, un secreto que le resulta més vergonzoso que haber dejado morir a cientos de mujeres. Las decisiones que tomamos son cruciales en todo momento y Hanna y Michael viven atormentados por ellas el resto de sus vidas.
Daldry muestra una película con mucha fuerza y muy emocionante, todo el film gira entorno la vergüenza, el perdón, el amor y la culpa. Gracias a la interpretación de Kate Winslet (ganadora del Oscar a la Mejor Actriz por The reader) consigue conmovernos con un personaje extraño, con una mujer que arrastrará un terrible pasado, pero que despierta comprensión, incluso lástima; aunque debemos destacar, que la caracterización de Winslet al final de la película, deja mucho que desear. Por otra parte, The reader nos descubre una joven promesa, David Kross, que desempeña un gran papel que poco tiene que envidiar a la protagonista de Titanic o al veterano Ralph Fiennes, que interpreta al maduro Michael.
En definitiva, una gran película que invita a la reflexión y que nos muestra una gran historia de amor lejana de cualquier otra relación entre amantes de edades diferentes, una relación peculiar que deja huella y que pisa de puntillas un capítulo de nuestro historia, el Holocausto nazi, un tema recurrente, pero que en este caso está utilizado de forma sutil y magistral, pues no se enseña lo que miles de espectadores ya retienen en su memoria, sino que muestran otro tipo de consecuencias que invitan al debate: “El poder de perdonar. El poder de amar”.
Daldry muestra una película con mucha fuerza y muy emocionante, todo el film gira entorno la vergüenza, el perdón, el amor y la culpa. Gracias a la interpretación de Kate Winslet (ganadora del Oscar a la Mejor Actriz por The reader) consigue conmovernos con un personaje extraño, con una mujer que arrastrará un terrible pasado, pero que despierta comprensión, incluso lástima; aunque debemos destacar, que la caracterización de Winslet al final de la película, deja mucho que desear. Por otra parte, The reader nos descubre una joven promesa, David Kross, que desempeña un gran papel que poco tiene que envidiar a la protagonista de Titanic o al veterano Ralph Fiennes, que interpreta al maduro Michael.
En definitiva, una gran película que invita a la reflexión y que nos muestra una gran historia de amor lejana de cualquier otra relación entre amantes de edades diferentes, una relación peculiar que deja huella y que pisa de puntillas un capítulo de nuestro historia, el Holocausto nazi, un tema recurrente, pero que en este caso está utilizado de forma sutil y magistral, pues no se enseña lo que miles de espectadores ya retienen en su memoria, sino que muestran otro tipo de consecuencias que invitan al debate: “El poder de perdonar. El poder de amar”.
Andrea Maria Torres Alonso